Chiquito de la Calzada se ha ido pero se queda con nosotros para siempre. Chiquito ha comenzado un viaje en el que no podemos seguirle: “¡¡Hasta luego Lucassss!!”
Chiquito de la Calzada
Esta noticia es un “torpedo profundo” que ninguno queríamos leer. Una noticia que hará que se nos borre el “cero chechuarr” sin que nos podamos reponer de ello aun habiendo hecho “guarreridas después de las comidas”.
!!!Te da cuen!!! Se ha ido. Empezó a canturrear “un lago negro, un lago blanco” y empezó a soñar como sólo él sabe.
A todos nos arrancó una sonrisa sin necesidad de entender sus chistes. Chiquito revolucionó el castellano, creó lenguaje e hizo que todos los “bambinos” (y los que no lo eran) de una generación caminaran despacito, como si hubiera alfileres en el suelo, con la mano en los riñones y dando saltitos hacia atrás con sorpresa y un sonoro “Arrrlll”.
Hizo que los años se contaran por los “azulejos alicatados” que tenía un cuarto de baño. Consiguió que España se llenara de “fistros diodenales” que sin significar nada, consiguió que lo fuera todo en cualquier contexto.
¡¡¡¡Al Ataquerrrrr!!!
Chiquito: ¿¿Te da cuén??
Estas Navidades ya no será lo mismo aunque, no nos quedará otra que “pintar los ojos a los fideos” y de “freir los huevos con zaliva” porque sin Chiquito “la cosa está muy marlrlrlrlr“.
Y cuando vengan los peques con las notas no podremos más que esbozar una sonrisa al acordarnos de : “Papar papar… eres un fistro de bambino, todo el mundo tiene el graduado escolar y tú tienes una etiqueta de anis del mono”
Dr. Grijandor no pudo salvarlo. Nos quedamos con los “ojos abiertos como un ropero abierto” y con “más dolor que un desprendimiento de retina”.
“No te digo trigo por no decirte Rodrigo”.