Lámpara de Fantasmas de Pac-Man. Introduce un auténtico fantasma del mítico juego de Pacman en tu decoración y comprueba como su color cambia con su estado de ánimo.
Lámpara PacMan
Uno de los fantasmas míticos de Pacman puede colarse en tu salón.
¿Quién quiere una lámpara cuando puedes tener un fantasma? Es mucho más que un objeto de decoración. Es un regalo con nostalgia y de plena actualidad. Es el regalo ideal tanto para chicos como para chicas.
Nombre de los Fantasmas de Pacman
Hablando de Comecocos… ¿Sabías que cada uno de los fantasmas de PacMan tenía su propio nombre? Ya ves, no eran tan simples como creías. Y si quieres quedar de lujo con la persona a la que regales esta Lámpara PacMan, puedes decirle de carrerilla sus nombres: Blinky, Pinky, Inky y Clyde. Y no sólo esto, sino que también fueron programados con sus propias personalidades distintas. Por eso se mueven diferente en la pantalla y responden a estímulos variados.
Pacman y los fantasmas comecocos son sin duda un regalo ideal para cualquier ocasión que pueda presentarse. Tienes la sorpresa y la sonrisa asegurada del que reciba el regalo ¿Se lo espera? seguro que NO ¿Le gustará? Seguro que sí, porque cualquiera de estos regalos tocan la fibra sensible de nuestros mejores recuerdos de aquellos años en los que se pasaba toda la tarde en la sala de recreativos jugando y viendo jugar a otros, intentando que esos malditos fantasmas no se comieran a nuestra bolita amarilla.
Regalos de comecocos
El videojuego Pac-Man fue programado por Toru Iwatani y llegó a España a principios de los años 80. Aquí fue conocido como “Comecocos” y se convirtió en uno de los juegos más adictivos, jugados y seguidos en todo el mundo.
Hoy encontramos muchos regalos divertidos y frikis de este mítico videojuego que harán sonreir a cualquiera que lo reciba. ¿qué te parecen estos? Desde el más acérrimo friki informático hasta el más serio de los médicos todos tenemos un recuerdo agradable de los comecocos.
PacMan puedes encontrarlo en felpudos o en lámparas pero siempre arranca una sonrisa. Es una de esos iconos de una generación. Lo menos relevante es si jugabas mucho o poco (incluso si llegaste a jugar al mítico videojuego). Lo importante es que hoy nos da alegría al corazón.
Regalos frikis de Pacman
